El último Zelofonte
Luisa Mercedes Levinson
"La luminosidad de la escritura de Levinson lgora dar cauce eficaz a este profuso conjunto de personajes y cuentones que, en manos de cualquier otro escritor, habrían llevado el relato al caos y la confusión, si no al disparate.
Con una economía de medios discreta hecha de capítulos breves y un límpido uso de la tercera persona que en algunos momentos deja su lugar a la primera, Levinson consigue montar un auténtico tablado por el que van desfilando escenas en un tiempo no necesariamente lineal, ante todo porque lo que es presentado ante el lector no siempre ocurre en la misma dimensión de la experiencia. La máquina productora de metamorfosis de Levinson transcurre sin solución de continuidad entre la vigilia y el sueño, el recuerdo y el efímero olvido.
En ese mundo que, en un sentido referencial, es el nuestro solo esporádicamente y, en muchos otros momentos, constituye un apólogo vasto y cargado de partes iguales de dramaticidad y de humor, los personajes son espectros portadores de sentidos antes que de una psicología tradicional." - Guillermo Saavedra
EDITORIAL: EDUVIM
El último Zelofonte
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Luisa Mercedes Levinson
"La luminosidad de la escritura de Levinson lgora dar cauce eficaz a este profuso conjunto de personajes y cuentones que, en manos de cualquier otro escritor, habrían llevado el relato al caos y la confusión, si no al disparate.
Con una economía de medios discreta hecha de capítulos breves y un límpido uso de la tercera persona que en algunos momentos deja su lugar a la primera, Levinson consigue montar un auténtico tablado por el que van desfilando escenas en un tiempo no necesariamente lineal, ante todo porque lo que es presentado ante el lector no siempre ocurre en la misma dimensión de la experiencia. La máquina productora de metamorfosis de Levinson transcurre sin solución de continuidad entre la vigilia y el sueño, el recuerdo y el efímero olvido.
En ese mundo que, en un sentido referencial, es el nuestro solo esporádicamente y, en muchos otros momentos, constituye un apólogo vasto y cargado de partes iguales de dramaticidad y de humor, los personajes son espectros portadores de sentidos antes que de una psicología tradicional." - Guillermo Saavedra
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